17 de Agosto: Fallece el General José Francisco de San Martín
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1791: Tiene su “bautismo de fuego” a los 13 años: su primera batalla es en Orán, al Norte de África, contra los moros. Luego participa en varios combates contra las tropas del emperador francés Napoleón Bonaparte. En 1798, a bordo de la fragata Dorotea, es tomado prisionero por los ingleses, pero es canjeado a los españoles por otros prisioneros. Entre 1801 y 1807, siempre en las filas españolas, participa en la guerra contra Portugal.
1808: Se destaca al frente de una compañía de Húsares contra las fuerzas francesas. Participa en la batalla de Bailén, en la que el ejército español vence a los franceses. En el mes de julio es ascendido a coronel y recibe una medalla de oro por su heroísmo.
1811: El 16 de mayo lucha por última vez en el ejército español, en la batalla de Albuera.
1813: Triunfa en el combate de San Lorenzo y es designado Mayor General del Ejército Auxiliar del Alto Perú. En esta batalla, San Martín estuvo a punto de morir al quedar atrapado debajo de su caballo y en el momento en que un soldado realista se dirigía hacia él para atravesarlo con su bayoneta el granadero Juan Bautista Cabral se interpuso, salvando la vida de su jefe y muriendo en esa acción.
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Batalla de San Lorenzo
1820: En abril los generales lo reconocen como Jefe único en la firma del Acta de Rancagua, y lo nombran Generalísimo de la Expedición al Perú. El 20 de agosto parte de Valparaíso la flota que, navegando por el Pacífico, llegaría a Perú. Estaba integrada por 8 buques, 1600 tripulantes y alimentos para 6 meses. A la vez, se trasladaba por tierra un ejército de 4000 soldados. El 8 de septiembre desembarcaron en la Bahía de Paracas y ese mismo día San Martín proclamó la independencia del Perú y creó la bandera peruana
1821: El 10 de julio entra en Lima, el día 28 proclama la Independencia del Perú y en agosto asume el gobierno con el título de Protector del Perú. Decretó la libertad de los indios y de los hijos de esclavos, aseguró la libertad de imprenta, prohibió los tormentos y dictó el Estatuto Provisional para gobernar el Perú.
1822: El 27 de julio se entrevista con Simón Bolívar en la ciudad de Guayaquil (Ecuador). El 24 de agosto, en Perú, renuncia a su vida pública. En septiembre renuncia al cargo de Protector del Perú y culmina su brillante campaña militar. San Martín al retirarse declara: "Presencié la declaración de la independencia del Perú [...] obra en mi poder el estandarte que trajo Pizarro para esclavizar el imperio de los Incas [...] mis promesas para con los pueblos que hice la guerra están cumplidas [...] he dejado de ser un hombre público...”
1823: El 3 de agosto muere en Buenos Aires su esposa, Remedios de Escalada.
1824: Bolívar triunfa en Junín y Ayacucho, y da por terminada la guerra de la emancipación americana. El Alto Perú también había sido libertado, tomando el nombre de República de Bolívar, actualmente Bolivia. San Martín se embarca con su hija Mercedes rumbo a Europa. Luego de una breve estada en Inglaterra, se establece en Bruselas.
1829: Regresa a América. Al llegar a Montevideo tiene información de las luchas civiles. Se niega a desembarcar en su patria dividida, rechazando los ofrecimientos de gobernar que se le hicieron y regresa a Europa. Se establece en Grand Bourg, cerca de París, Francia, junto a su hija, su yerno Mariano Balcarce y sus dos nietitas. Allí recibió varios visitantes ilustres, como Florencio Varela, Domingo F. Sarmiento y Juan Bautista Alberdi.
EL PENSAMIENTO DE DON JOSÉ FRANCISCO DE SAN MARTÍN
"Es llegada la hora de los verdaderos patriotas. Desde este instante el lujo y las comodidades deben avergonzarnos. Desde hoy quedan nuestros sueldos reducidos a la mitad. Todos somos ya soldados, cada uno es centinela de su vida."
"Es cierto que tenemos que sufrir escasez de dinero, paralización del comercio y agricultura, arrostrar trabajos y ser superiores a todo género de fatigas y privaciones; pero todo es menos que volver a uncir el yugo pesado e ignominioso de la esclavitud."
"Al hombre honrado no le es permitido ser indiferente al sentimiento de la justicia."
"No se debe hacer promesa que no se pueda o no se deba cumplir."
"La seguridad individual del ciudadano y la de su propiedad deben constituir una de las bases de todo buen gobierno."
"Mi sable jamás saldrá de la vaina por opiniones políticas."
"El General San Martín jamás derramará la sangre de sus compatriotas y sólo desenvainará su espada contra los enemigos de la América del Sur."
"A mi regreso a Buenos Aires encontré que la generosidad había puesto a mi disposición una vajilla de plata. No estamos en tiempo de tanto lujo: el Estado se halla en la necesidad y es necesario que todos contribuyamos a remediarla. Por lo tanto, con esta fecha, doy orden para que se ponga a disposición de V.E. dicha vajilla, como asi mismo el sueldo que se me tiene señalado por este Estado." (Carta al Comisario del Ejército de Chile renunciando a obsequios y sueldo en 1817)
ESTE PARRAFO FUE EXTRAÍDO DE LAS OBRAS COMPLETAS DE JUAN BAUTISTA ALBERDI:
"Mis ojos clavados en la puerta por donde debía entrar, esperaban con impaciencia el momento de su aparición. Entró por fin, con su sombrero en la mano, con la modestia y apocamiento de un hombre común. ¡Qué diferente le hallé del tipo que yo me había formado, oyendo las descripciones hiperbólicas que me habían hecho de él sus admiradores en América! Por ejemplo: Yo le esperaba más alto, y no es sino un poco más alto que los hombres de mediana estatura. Yo le creía un indio, como tantas veces me lo habían pintado, y no es más que un hombre de color moreno, de los temperamentos biliosos. Yo le suponía grueso, y si bien lo está más que cuando hacía la guerra en América, me ha parecido más bien delgado; yo creía que su aspecto y porte debían tener algo grave y solemne; pero lo hallé vivo y fácil en sus ademanes, y su marcha, aunque grave, desnuda de todo viso de afectación. Me llamó la atención su metal de voz, notablemente gruesa y varonil. Habla sin la menor afectación, con toda la llaneza de un hombre común. Al ver el modo como se consideraba él mismo, se diría que este hombre no había hecho nada de notable en el mundo, porque parece que él es el primero en creerlo así. Yo había oído que su salud padecía mucho, pero quedé sorprendido al verle más joven y más ágil que todos cuantos generales he conocido de la guerra de nuestra independencia, sin excluir al general Alvear, el más joven de todos. El General San Martín padece en su salud cuando está en inacción y se cura con sólo ponerse en movimiento. De aquí puede inferirse la fiebre de acción de que este hombre extraordinario debió estar poseído en los años de su tempestuosa juventud. No obstante su larga residencia en España, su acento es el mismo de nuestros hombres de América. En su casa se habla alternativamente el español y el francés. Rara vez o nunca habla de política. Jamás trae a conversación sus campañas; sin embargo, le gusta hablar de empresas militares. Todo en el interior de la casa respira orden, conveniencia y buen tono. El General ocupa las habitaciones altas que miran al norte. He visto su gabinete lleno de la sencillez y método de un filósofo. Allí en el ángulo de la habitación, descansa impasible, colgada al muro, la gloriosa espada que cambió un día la faz de la América Occidental. Tuve el placer de tocarla. Tuve también el gusto de examinar muy despacio el famoso estandarte de Pizarro, que el Cabildo de Lima regaló al General. Se puede decir con verdad que el General San Martín es el vencedor de Pizarro: ¿a quién, pues, mejor que al vencedor, tocaba la bandera del vencido?"
¿SABÍAS QUE SAN MARTÍN...?
...sirvió al ejército español durante 22 años y al ejército americano sólo 10.
...en la última batalla en que participó del ejército español (Albuera, el 16 de mayo de 1811) fue herido en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo por un oficial de la caballería francesa.
...su mayor herida la recibió fuera del campo de batalla, cuando fue asaltado en un bosque cercano a Salamanca y fue acuchillado en el pecho.
...que padecía paludismo, cólera, asma, reumatismo, úlcera y cataratas.
...el Sargento Cabral no fue el primero que le salvó la vida. Un soldado español, Juan de Dios, hizo lo propio cinco años antes en el combate de Arjonilla.
...en 1794 San Martín revistaba en el Regimiento de Murcia y dos hermanos suyos, Manuel Tadeo y Juan Fermín, en otro regimiento. Juntos lucharon contra los franceses en Pont Vendrés, Saint Elme y Colliure.
...legó a Rosas, en su testamento, el sable corvo que lo acompañó durante todas las luchas por la independencia de América.
...los restos del Libertador regresaron al país el 28 de mayo de 1880 a bordo del buque Villarino. Lo recibió en el puerto de Buenos Aires Domingo F. Sarmiento. Fue sepultado en la Catedral Metropolitana, y el entonces presidente Nicolás Avellaneda pronunció un discurso alusivo.
... actualmente, la Jefatura del Regimiento de Granaderos está a cargo de un Coronel en actividad. Cumple funciones de regimiento escolta del presidente, custodia los restos del Libertador en la Catedral Metropolitana, y además, tiene a su cargo la seguridad de la Residencia Presidencial de Olivos.
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